Según la sociedad geográfica de Colombia define el páramo en un concepto ecológico al cual se refiere a regiones montañosas. Describe al páramo como un lugar frío y húmedo ya que durante el día presenta cambio de clima muy fuertes pasando por cortos periodos de calor a intensos fríos .

El ministerio de ambiente y desarrollo sostenible de la república dice que los páramos colombianos abarcan aproximadamente el 2.6% de la superficie del país, de los cuales el (13.3%) pertenecen al departamento de Cundinamarca, entre ellos, el considerado más grande del país, el páramo de Sumapaz ubicado en la periferia de la capital de la república (Bogotá D.C) . En el caso de Bogotá, el 80% del agua que se consume proviene del páramo de Chingaza, Sumapaz y Cruz Verde.

Los páramos son uno de los ecosistemas más vulnerables, contiene un área reducida en comparación con otros ecosistemas, esto lo hace más frágil a los cambios climáticos, actividades humanas entre otros.

El calentamiento global es uno de las principales problemáticas que abarca el páramo ya que genera que las especies que habitan este lugar, migren a zonas más altas en busca de la temperatura a las cuales se han adaptado. Al pasar el tiempo todo el ecosistema se va desplazando o va desapareciendo, esto causando la reducción de su tamaño original. Esto también perjudica a las especies que habitan el páramo como el cóndor o el oso de anteojos haciendo que estos también desaparezcan al igual que muchas especies de plantas que solo se encuentran en este lugar.

la agricultura y la ganadería es también uno de los factores principales para que este ecosistema se vaya degradando poco a poco. El gran número de población que se encuentra cerca a estos ecosistemas ha provocado que las condiciones naturales de los páramos disminuya ya que estas personas adecuan el terreno para la práctica agrícola y ganadera, por medio de las de forestaciones, la ampliación de la frontera agrícola son algunas de las acciones que realiza el hombre en el ecosistema de montaña.

​Hoy se habla de la conservación en un amplio sentido, es decir desde hace algunas décadas atrás, la preservación, el uso sostenible y la restauración, se definían como componentes para evitar la pérdida de la biodiversidad de los ecosistemas. Teniendo en cuenta la problemática ambiental, Colombia ha generado una serie de estrategias que contribuyen a la planificación y orientación de los futuros escenarios de los ecosistemas, entre ellos los páramos, debido a su importancia en la sostenibilidad tanto de procesos ambientales como socio-económicos de los Andes. Asimismo, se empieza a reconocer la importancia de fortalecer aún más la planificación ambiental y territorial, con el fin de prevenir los impacto y la degradación de los ecosistemas, y establecer dinámicas sostenibles en todos los niveles del territorio. Actualmente el país cuenta con un marco legal cada vez más sólido alrededor de la protección y restauración de los páramos, ejemplos son la Resolución 0769 de 2002 y 0839 de 2003 del Ministerio de Ambiente, que dictan disposiciones para contribuir en la protección, conservación de los páramos, considerando, entre otros aspectos, que los páramos son ecosistemas de una especial riqueza biótica.